Los acrílicos


*Al igual que el óleo se presentan en tubos de diferentes tamaños: para formatos pequeños o medianos, bastará con los de 150ml, quizás el tubo de blanco podría ser más grande. Si empezamos de cero en cuanto a mezclas de color, cogeremos los tonos fundamentales: magenta, cian y amarillo, además del negro y el blanco. Una paleta más completa incluiría el azul ultramar, rojo titanio, y los tierras: ocre, tierra tostada y natural. Adquiriremos los tonos oscuros (son muy fácil de clarear), en los acrílicos no existen tonos transparentes, los materiales cuyo aglutinante es el agua, se transparentan simplemente añadiendo más agua.

*Se trabajan bien en casi todos los soportes, pero no se deben usar aquellos que tengan una base grasa, como los lienzos preparados para óleo. Existen lienzos para acrílicos y libretas enteladas que serían los más aconsejables ya que absorben menos agua y por lo tanto ampliaremos el tiempo de secado, pero también se pueden aplicar sobre papel. Para una  toma de contacto, el papel kraft blanco, usado en su cara más satinada, da buen resultado.

*Podemos usar pinceles de acuarela (si vamos a trabajar sobre un formato pequeño) o de óleo. Los de pelo o los sintéticos serían los más aconsejables, y en cuanto a su forma, redondos y alguna planilla.

*Una paleta, mejor si está barnizada.

*Agua, un trapo para la limpieza y lápiz o carboncillo para el dibujo preparatorio.







Estudio realizado en acrílico: