John Singer Sargent y el carboncillo


          El carboncillo, rama de sauce carbonizada de distintos grosores, es el más simple y antiguo de los medios de dibujo.
          Desde su origen, el hombre se ha comunicado mediante grafismos y dibujos. Las primeras representaciones que conocemos están en las cavernas: las pinturas rupestres, donde no solo representaba la realidad que le rodeaba, animales, astros, al propio ser humano, etc., sino también sensaciones , como la alegría de los bailes o la tensión de la caza.



          El dibujo es la técnica base de las artes plásticas. Detrás de toda obra artística, se vislumbra la realización de un dibujo previo, ya sea real o mental.
        Artistas geniales de la historia, han utilizado el carboncillo para este fin, aprovechando su ductilidad para la mancha y el potencial expresivo de su textura mate.
           John Singer Sargent, realizaba  esbozos a carbón estudiando las formas y composiciones que luego llevaría a sus cuadros.


          La sobriedad del carboncillo se combina con la viveza de su trazo y la suavidad de su mancha. El resultado son dibujos donde la linea no comprime la forma, y esta parece moverse libre por el espacio del papel, la mancha define y modela sin endurecer, con texturas transparentes.



          Los modelos parecen haber estado posando solo el tiempo justo para que haya sido captado lo esencial. La ilusión de instantánea está servida, en una atmósfera de vibrante calma.




                     Muchos artistas han utilizado ese lenguaje universal que es el dibujo para aprender y expresarse utilizando esta sencilla herramienta, y Sargent nos ha dejado una amplia lista de obras a carboncillo para deleitarnos con su oficio.

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